Vigilancia Social de los Procesos de Integración y las Negociaciones Comerciales

BOLETIN Nº 1

| Home | Boletines anteriores | Quiénes somos
     
Editorial
Presentamos el primer número del Boletin del Programa de Vigilancia Social de los Procesos de Integración y de las Negociaciones Comerciales Internacionales que desarrollamos en FOCO. (Continúa)
NEGOCIACIONES MULTILATERALES
"La marcha de las negociaciones. Nuevo fracaso del DOHA".
..........................................
"La relación estratégica: Brasil -UE".
...........................................

 

 

 

AMÉRICA LATINA
América Latina y los movimientos sociales del Siglo XXI"
..........................................

 

 

 

ALBA
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América

"Un modelo de integración alternativo: el ALBA"
..........................................

 

 

 

MERCOSUR
¿PARLASUR ¿qué importancia tiene?
..........................................

Chávez y el MERCOSUR
..........................................

Agenda

*11 y 12 de julio: Seminario “Medio Ambiente y Pobreza” en la Cuenca Reconquista

Director de FOCO
Jorge Carpio
Coordinadora del Boletín
Odile Hourcade
Coordinadora de Comunicación
e Imagen Institucional

Agustina Carpio
Colaboración Periodística
Odile Hourcade,   Andrea Urturi, María Cecilia Pon, Ana Cecilia Grimaldi
Armado
Marcela Sanz

Editorial
 
 
Presentamos el primer numero del boletin del Programa de Vigilancia Social de los Procesos de Integración y de las Negociaciones Comerciales Internacionales que desarrollamos en FOCO. El boletín, que será de publicación mensual, es uno de los medios de los que se vale el Programa y que se complementa con otras actividades –tales como la realización de seminarios, talleres, realización de informes y mantenimiento de una página web- para alcanzar el objetivo que se desprende del mismo nombre del programa. Esto es, incrementar y fortalecer la vigilancia social de los procesos de integración regionales y de las negociaciones comerciales que se llevan a cabo entre países de la región así como también entre bloques económicos.
Evidente es que el fenómeno de la globalización se ha impuesto en este mundo, determinando tendencias, condicionando relaciones entre los estados y alentando y fortaleciendo el protagonismo de nuevos actores que han cobrado un poder desmedido en el ámbito internacional pero también en el ámbito interno. Asimismo, otro fenómeno convive con el anteriormente mencionado y es la conformación de bloques económicos regionales a través de procesos integracionistas. Este punto de vinculación entre ambos fenómenos es el que merece una especial atención. Siendo la globalización el motor de creación de nuevas reglas de juego, de la aparición de nuevos actores transnacionales que pasan a dominar la escena también es el fenómeno que genera una alteración en el modo de relacionamiento entre los estados y de sus funciones tradicionales. De esta redefinición del rol del Estado, necesariamente derivan cambios en la forma de vinculación entre el gobierno y la sociedad, a la luz del protagonismo que nuevos actores cobran en el ámbito doméstico.
Asimismo –y este es el nexo entre ambos fenómenos- los estados han visto en la conformación de bloques regionales la oportunidad de lograr una mejor inserción en este nuevo ámbito mundial. Es así como los procesos de integración han comenzado a florecer por todos los rincones del mundo como un instrumento para hacer frente a esta globalización. Pero, teniendo en cuenta la existencia de las nuevas reglas de juego así como también el poder de nuevos actores, los procesos de integración se presentan como un arma de doble filo. Es decir, dependiendo de la forma en que se oriente a los mismos pueden dar lugar a un mejor posicionamiento de los países participantes en el mundo -alentando el desarrollo interno- o por el contrario pueden convertirse en un instrumento que acentúe desigualdades, profundice dependencias y perpetúe la condición de nuestros países: países “en desarrollo”.
Por lo tanto, creemos que la clave de la cuestión se centra en quienes son los que diseñan y orientan los procesos integracionistas. Pareciera ser que los Estados –o gobiernos de turno- son quienes deben definir los ritmos y perfiles de estos procesos, pero el punto crítico de esta afirmación es que ante la existencia de esta nueva realidad de la que venimos hablando –con nuevos actores y redefinición de las funciones del Estado- no es claro que los Estados actúen en función del bienestar de sus sociedades sino que a juzgar por la experiencia reciente, muchas veces sus cursos de acción responden más a los intereses de quienes tienen más medios para ejercer presión.
¿Es ésta una conclusión pesimista? Creemos que no lo es; muy por el contrario pensamos que debería alentarnos a todos, a la sociedad en general, a asumir el papel protagónico que de esta realidad deriva. Si es la ciudadanía en definitiva quien goza de los eventuales beneficios o soporta los enormes costos y cargas derivadas de los procesos de integración ¿cómo no involucrarse? Cierto es que muchos espacios ya han sido usurpados por quienes han logrado presionar en función de sus intereses que no responden a los intereses de la sociedad civil. Pero esto puede ser revertido si comienza a ejercerse presión desde abajo. Medios tenemos, solo hay que saber utilizarlos de una forma coordinada, inclusiva y democrática.
En este sentido el objetivo del Boletín es informar acerca de lo que sucede en el ámbito mundial así como también en América Latina y específicamente en el ámbito del MERCOSUR. El fin que perseguimos informando, es lograr un mayor involucramiento porque creemos que la participación de la sociedad es el único medio por el cual los gobiernos de turno pueden dirigir los procesos integracionistas así como también negociar acuerdos comerciales, en función de intereses colectivos y no sectoriales.
 
 
 
 
     
Inicio
     
 
LA MARCHA DE LAS NEGOCIACIONES: NUEVO FRACASO DEL DOHA
   
 
En el año 2001 se dio inicio a la Ronda de Negociación conocida como Ronda de Doha (Qatar), en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esta organización, de carácter universal, tiene por fin establecer las reglas que vienen a regir el juego en el tablero internacional en lo que respecta a comercio de bienes, servicios e inversiones y propiedad intelectual. Las rondas son el medio en el cual se llevan a cabo las negociaciones de los diferentes aspectos e issues que se establecieron como prioritarios en la declaración que da inicio a las mismas, con el objetivo general de ir eliminando las trabas que se oponen al libre comercio. Entre ellas podemos contar: los aranceles, las cuotas tarifarias y no tarifarias, los subsidios por parte de los Estados.
Recordemos que los protagonistas, es decir, los actores principales en las negociaciones, son los Estados, mejor dicho el gobierno representante del Estado. Aquí surge el primero de los interrogantes: ¿Es posible aceptar la premisa de que los representantes del gobierno expresen directamente los intereses de los ciudadanos? Se piensa entonces en una apertura del diálogo hacia los ciudadanos, quienes realmente son los protagonistas del desarrollo o falta de desarrollo y carencias de un Estado.
El objetivo de este artículo es relevar el estado de las negociaciones en la Ronda de Doha, cuyo fin primordial, según figura en la Declaración de Doha de 2001, es “corregir y prevenir las restricciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales”. Más precisamente, se apostó al desarrollo de los países más desfavorecidos en la distribución de la riqueza a nivel global, los conocidos países en desarrollo. Estas negociaciones se basaron en el artículo 20 de la OMC que versa sobre las reducciones sustanciales y progresivas de la ayuda y la protección para que se traduzcan en una reforma fundamental, para redistribuir los flujos de comercio de manera que la asimetría Norte-Sur no continúe expandiéndose.
Tras seis años de tratativas, el director general de la OMC, Pascal Lamy sostiene que las mismas deberían verse concluidas a fines de este año. Sin embargo, la voluntad de las grandes potencias ha sido contraria a la voluntad emanada del documento de 2001 y de los países pequeños y en desarrollo. En el seno de estas negociaciones, y a partir del estancamiento de las mismas, surgió el G4, grupo conformando por Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil e India. Los dos primeros representan los intereses de los países desarrollados, mientras que los dos últimos actúan en nombre de los países en desarrollo.
Lo puntual es que la reunión del G4 llevada a cabo en Potsdam, Alemania, a mediados de junio, ideada para destrabar las negociaciones de Doha, resultó infructífera en tanto Estados Unidos y Europa no cedieron en conceder reducciones a la ayuda y subsidios a productos agrícolas, ni tampoco en acceso a sus mercados. En tanto Brasil e India concluyeron que no se hará ningún tipo de concesiones a nivel de productos industriales en los mercados de los países en vías de desarrollo. El Ministerio de Agricultura de Brasil, luego de estas reuniones, sostuvo: “La desproporción entre las ofertas en agricultura hechas por los países desarrollados y las concesiones que ellos demandan de los países en desarrollo en bienes industriales hicieron imposibles continuar con las conversaciones”.
Por su parte, el Ministro de Comercio de India, Kamal Nath, expresó la imposibilidad de cumplir con la agenda de la Ronda de Doha para el Desarrollo en la medida en que Estados Unidos y la Unión Europea esperen algún pago de los países en desarrollo como retribución a la modificación de sus políticas agrícolas. Se hace indirectamente referencia al principio de “reciprocidad menos que plena” que figura e la Declaración de Hong Kong de la OMC de 2005, principio por el que aboga el NAMA11 -grupo conformado por países en vías de desarrollos interesados en lograr recortes equilibrados en los aranceles de productos industriales que se consideran sensibles para las economías nacionales.
El resultado fue que con inmediata posterioridad al fracaso de la reunión en Postdam se procedió a la suspensión de las reuniones programadas en la OMC, en las cuales participarían todos los Miembros, con la meta de poder seguir trabajando en borradores que le permitan a la organización salir del estancamiento en el que se encuentra. Pascal Lamy, por su parte, apuesta a una salida multilateral de la actual crisis de intereses.
Por último, cabe reflexionar sobre dos aspectos importantes. En primer lugar, el poder desarticulador de Estados Unidos en la OMC y lo importante de la participación de las reuniones con un objetivo claro que es el de lograr equilibrar la balanza del comercio hacia los países en desarrollo como generador de riquezas y de desarrollo para la población de estos países. En segundo lugar, recordar la importancia de la participación ciudadana ya sea a través de ONGs y foros que democraticen el proceso de discusión y toma de decisiones, en tanto es allí en dónde se decide el camino a adoptar en los años venideros.
   
     
Inicio
     
 
LA RELACIÓN ESTRATÉGICA: BRASIL - UE
   
 
Ante los inconvenientes surgidos en los últimos años a partir de la Ronda de Doha y el fracaso de las negociaciones plurilaterales en el marco del G-4 de este último mes de junio , Brasil considera la posibilidad de negociar bilateralmente con la Unión Europea (UE) en la I Cumbre Brasil- UE.
Esta cumbre realizada en Lisboa el 4 de julio de este año, tuvo por fin: analizar la situación de la inconclusa Ronda de Doha, el fracaso de las charlas del G-4 y la posibilidad de continuar con la negociación para así lograr un acuerdo comercial entre el MERCOSUR y la UE.
En esta reunión entre el presidente brasileño Lula Da Silva y los representantes de la UE tuvo además de los objetivos mencionados anteriormente, el fin de oficializar el salto cualitativo en la relación bilateral, en tanto que la UE comenzó a considerar al país sudamericano como un aliado estratégico en la región. Este tipo de relación solamente ha sido establecida con países como Estados Unidos, Rusia, Canadá, China, India y Sudáfrica.
De esta manera, esta nueva asociación estratégica responde a una profundización de la relación entre Bruselas e Itamaratí, por tanto devendrá en una mayor cooperación en diferentes áreas como la energía y biocombustibles, medio ambiente, cooperación técnica, en temas sociales y desarrollo regional.
¿Podrá este beneficio extenderse a los otros pueblos de América Latina, más precisamente a los miembros del MERCOSUR?
En primer lugar, se debe tener en cuenta que Brasil contaba con profundizar los lazos bilaterales con la UE -dado el estancamiento de los acuerdos comerciales para el desarrollo en la Ronda de la OMC. La intención del gobierno brasilero es escindir este tipo de reunión de las negociaciones UE- MERCOSUR- en tanto ha sostenido que estas últimas tienen su espacio propio en un foro distinto de las cumbres entre la UE y Brasil.
En segundo término, es la percepción de los países europeos que el MERCOSUR se encuentra en una etapa de transición y en tanto no se resuelva la situación de Venezuela con respecto a su adhesión al bloque de América del Sur, la UE no tiene la voluntad de continuar el proceso de conversaciones que tienen como meta lograr un tratado de libre comercio.
A lo anterior viene a sumarse el rol de potencia regional de Brasil, en este momento disputado por Venezuela. Sin embargo, para los países hegemones del Norte, el primero cumple el rol de potencia regional estabilizadora, de allí la importancia de progresos de la posible adhesión de Venezuela al MERCOSUR. Un ejemplo del rol del Brasil de Lula se cristalizó en la reunión del G-4, en donde este país actúo como interlocutor, junto con India, de las grandes potencias mundiales.
Finalmente, el análisis precedente señala la necesidad de un avance en las negociaciones en la OMC ya que éste es un ámbito multilateral, en el cuál se puede pretender aspirar a consensuarse reglas menos desiguales que las que implicarían tratados bilaterales entre la UE o Estados Unidos y países en vías de desarrollo, perjudicando así a los ciudadanos más desfavorecidos.

Para mayor información sobre este tema, ver artículo La marcha de las negociaciones de la Ronda de Doha. Grimaldi, Ana Cecilia. Julio, 2007

 
     
Inicio
     
 
LA AMÉRICA LATINA Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL S XXI
   
 
.¿Es espíritu autocrítico el de los Latinoamericanos al reconocer que los gobiernos corruptos no deben ser algo inherente al mismo sistema, que la pobreza no puede seguir creciendo, que las instituciones gubernamentales deben ser repensadas? ¿O bien es un llamado de atención impostergable? En la América Latina de hoy podemos ver la lucha de aquellos que se reúnen y dicen BASTA, de aquellos que gritan hasta quedarse sin voz que las cosas así no pueden seguir, la angustia de aquellos que ya no quieren luchar más, que miran con ojos desanimados la realidad, ahogados en la impotencia pero con un brillo en la mirada por la esperanza de que un cambio pueda ocurrir. Ahora, ¿Vale la autocrítica si los que quieren cambios son los más afectados? América Latina, lleva entre sus récord, uno de los más tristes, la brecha de desigualdad entre pobres y ricos.
Los Objetivos del Milenio cada vez suenan más a un sueño mal logrado que a un objetivo de planificación seria en el cual se está hablando de estómagos que rugen de hambre, entre exclusiones sociales que rajan la tierra dividiendo a los que están dentro del sistema y aquellos que por azar de su lugar de nacimiento quedaron fuera. América Latina debe tener en cuenta que cuando se mira al niño de hoy como el hombre del mañana, el jóven que está siendo la parte de esa metamorfosis, está creciendo excluído de la sociedad. Es alarmante ver como sostiene Kliksberg , en lugar de políticas orgánicas de juventud, ha predominado la idea de que la juventud es una especie de estado transitorio y los esfuerzos efectuados configuran débiles políticas "cenicienta" con pocos recursos.
No es casual que en muchos de estos países, sus jóvenes se abran paso al mundo saliendo de su país natal, mientras hogares se desmiembran siguiendo cada vez más la lógica del mundo de hoy en el cual el que quiere prosperar tiene que buscar en las tierras ya cultivadas, donde la competencia es descorazonada, donde las oportunidades están, pero a generaciones de distancia. Jóvenes con recursos que se alejan de los países dejando un vacío intelectual, o jóvenes muy pobres que se van sin saber donde, con la sola lógica de esperar que lo que venga sea mejor.
Desde lo más básico, que es la educación, solo el 34.5% termina el secundario, de los cuales, un 20 % es pobre por lo que el acceso a trabajos es más difícil aún. Argentina, es uno de los países que tras la aplicación de las políticas neoliberales, generó lo que se denomina desempleo friccional, la masa de personas que luego de varios intentos de obtener un trabajo digno, con respuesta negativa, abandona la búsqueda del mismo, y se centra en sobrevivir con “changas” lo cual no es siempre exitoso. Por otro lado, la falta de educación, pareciera ser un factor más de olvido hacia los que no tienen a los derechos básicos muy precisamente definidos por Amartya Sen -premio Nóbel- quién ha expresado al desarrollo en términos de generar las oportunidades con las cuales los individuos puedan elegir.
Los niños que no mueren antes de los cinco años, que llegan a ser jóvenes, que sobreviven al trabajo infantil, se enfrentan con exclusión tanto del sistema educativo como del sistema laboral. La criminalidad juvenil crece. El total de homicidios cada 100.000 habitantes pasó de 12,5 en 1980, a 25,1 en el 2006. En algunos países, la principal causa de muerte de jóvenes es la violencia.
Los datos son escalofriantes, y muchos latinoamericanos han elevado su voz, la última Cumbre de los Pueblos del Sur con el lema “Construyendo Soberanía”, reunidos los días 28 y 29 de junio de 2007, en Asunción, Paraguay ha dejado una declaración que enmarca necesidades impostergables. La necesidad de que el Estado haga frente a estos problemas, que abandone recetas impuestas desde fuera y obre en función de su pueblo, es una deuda ya muy aplazada que no puede esperar más. Como explica Oriol Prats, en los Estados Latinoamericanos las reformas planteadas en la década de los noventa, lejos de modificar el tamaño del Estado, lo des-institucionalizó.” Y es la falta de Estado la que hace que hoy día las demandas excedan la posibilidad de canalizar las mismas, y que de ahí surjan los problemas en la gobernabilidad.
Las cumbres de los pueblos son una expresión de un canal necesario que se había perdido, donde las personas buscan insertarse para llegar a presentar un reclamo a los gobiernos. En el quiebre que se produjo entre las sociedades y sus gobiernos por la creciente participación de un mercado que reclama un alejamiento del estado, generó estas medidas alternativas que permiten alzar una voz a reclamos que nunca tendrían que haber sido dejados de lado por los Estados. Las ediciones anteriores de la Cumbre de los Pueblos ocurrieran en Santiago de Chile (1998), Québec (2001), Mar del Plata (2005), Córdoba (2006) y Cochabamba (2006). En esta última de Asunción la premisa fue generar una alianza más amplia entre los diferentes sectores sociales y ahondar las discusiones sobre el sentido amplio de la soberanía de la región, y la necesidad de que los estados atiendan los temas de los agronegocios, la militarización y criminalización de las luchas sociales; políticas de desarrollo y financiamiento; inclusión social; y alianza entre movimientos sociales y organizaciones políticas en los procesos de cambios en América Latina.
Entonces, es en el marco de estos reclamos donde vemos a una ciudadanía que unida por problemas comunes se dirige a sus gobiernos en un reclamo unívoco de atención de asuntos de alta importancia para sus poblaciones. La complementariedad y la cooperación son los nortes que impulsan a todos los grupos que luchan por la justicia social. Para que el Estado tome el rol que debió tener siempre, el de proteger a sus ciudadanos. Debemos oír a estos grupos que levantan sus voces. Claramente hay problemas en la región que no pueden continuar.
 
 
     
Inicio
     
 
UN MODELO DE INTEGRACIÓN ALTERNATIVO: EL ALBA
   
 
A la par de los procesos de integración más importantes y las negociaciones multilaterales a nivel mundial de los que nuestra región participa, actualmente se están generando propuestas alternativas que no responden a los modelos tradicionales de integración. Es decir, todo proceso de integración contempla como primera etapa la creación de una Zona de Libre Comercio, para lograr la libre circulación de bienes y servicios. Luego se avanza hacia una profundización de las relaciones mediante la implementación de políticas macroeconómicas homogéneas, creación de un arancel externo común, aceptación de una moneda única, hasta llegar a la creación de instituciones de gobierno comunes y una constitución. Sin embargo, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) plantea un modelo de integración que desde el comienzo pretende ir más allá de la integración tradicional y de la lógica de la liberación de barreras comerciales entre países.
El ALBA nace como respuesta al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) y se plantea en sus inicios como la contrapartida regional ante los avances de Estados Unidos en materia de negociación de tratados de libre comercio. Fue presentado por primera vez en diciembre de 2001 por Hugo Chávez, durante la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe. Con todo, sus líneas estratégicas fueron definidas más adelante por Chávez y por Fidel Castro, en un acuerdo firmado en diciembre de 2004. A esta iniciativa, se sumaron Bolivia, en 2006, y Nicaragua, en enero de 2007. Sus bases filosóficas se encuentran en los pensamientos de Miranda y de Simón Bolívar de unidad latinoamericana, ideas que intentan plasmarse en el Primer Congreso de Panamá. En sus fundamentos, concibe a la integración como la herramienta que tienen los pueblos para lograr desarrollo endógeno que erradique la pobreza y la exclusión social, y no como el camino hacia la liberalización del comercio de bienes en inversiones, lo que responde a los intereses del capital transnacional. Este modelo alternativo de integración se basa en principios como la cooperación, la solidaridad y la complementariedad, los cuales llevarían a los países menos desarrollados a superar las asimetrías y lograr el desarrollo económico y la erradicación de la pobreza.
El 28 y 29 de abril pasados concluyó la V Cumbre del ALBA a la que asistieron los presidentes y representantes de los países miembro (Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba), además de representantes de otros países de Latinoamérica y el Caribe que presenciaron las reuniones en calidad de observadores. Allí se firmaron una serie de tratados en materia energética con financiación preferencial, además de acuerdos en las áreas educativa, cultural, financiera, seguridad alimentaria, salud, telecomunicaciones, minera e industrial. Venezuela suscribió acuerdos energéticos bilaterales con Bolivia, Nicaragua y Haití en donde, en todos los casos, Venezuela conviene suministrar petróleo financiando el 50% del mismo a 25 años a través de PDVSA, la empresa estatal venezolana, y el Fondo ALBA. A su vez, el pago de la deuda contraída podrá realizarse a través de mecanismos de compensación comercial para con Venezuela. Conjuntamente se avaló la propuesta para independizarse de los organismos financieros internacionales e instaron a la creación de organismos de este tipo regionales. En estos acuerdos también se contempla la constitución de un consejo de presidentes del ALBA, otro de ministros, y un tercer consejo de movimientos sociales.
A la luz de los avances del proceso de integración ALBA, es evidente que los acuerdos llevados a cabo hasta el momento han sido principalmente en materia energética, los cuales se basan en el postulado de la complementariedad y en la lógica de otorgar a los países de menos recursos la posibilidad de crecimiento brindándoles acceso a mayor flujo de dichos recursos. Es interesante reconocer también, cómo el fracaso de los modelos neoliberales de flexibilización y eliminación de barreras al comercio aplicado en nuestra región y la necesidad de buscar modelos alternativos, llevan a que hoy el gobierno venezolano pueda explotar su discurso y sus recursos naturales afianzando su presencia regional a través de esta iniciativa la cual se plasma concretamente en la firma de acuerdos energéticos con países como Nicaragua, Haití, Cuba y Bolivia.

 
     
Inicio
     
 
PARLASUR ¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE?
   
 
“El Parlamento tiene seis meses y aún no existe.”Ésta es la frase con la que se abren paso los titulares periodísticos posteriores a la segunda sesión del PARLASUR el último veinticinco de Junio del corriente año. Se dice “Ni reglamento interno ni tampoco hay proyectos a debatir porque no hay dónde ni cómo presentarlos.” Cierto es que dos reuniones ya han transcurrido y los legisladores presentes aún no han comenzado a hacer correr el engranaje institucional brevemente inaugurado. Pero pensemos por un momento esta cuestión, ¿es responsabilidad del PARLASUR no tener en pleno funcionamiento su estructura o es cuestión de que los legisladores no han tenido una adecuada preparación para afrontar semejante cargo? El MERCOSUR no responde a las mismas primicias que cada uno de los Estados Parte. El ámbito del MERCOSUR es uno de lógica intergubernamental y en este marco las negociaciones entre legisladores no puede ser pensada como concluida en una sola instancia.
Hay una realidad que nos aqueja y es que el sistema internacional está cada vez más interconectado y las negociaciones que se llevan a cabo en el mismo, son cada vez más tendientes a ser favorables para aquellos Estados que se presentan en bloque ante las mismas. En este marco, encontramos hoy al MERCOSUR con la necesidad de consolidarse a fin de presentar un frente sólido y unido. El mismo, ha logrado ya ser referente frente a distintos bloques económicos y ya negocia como tal ante la Unión Europea, la Liga de países Árabes, y la unión Africana de Naciones. Siguiendo esta tendencia, países de la región sudamericana están buscando integrarse al mismo.
El Parlamento del MERCOSUR observa una gran cantidad de objetivos que le fueron asignados antes de conformarse. Más allá de que haya quienes lo critican porque consideran que en la primera reunión ya deben ser atendidos temas tales como el acuífero Guaraní, la observancia de la legitimidad del gobierno de Venezuela aunque este aún no es miembro pleno, y la coordinación de temas altamente controvertidos entre los Estados Miembros, se deja de lado que una de la cuestiones que si debe tenerse en cuenta es que hay un objetivo importante a observar si se busca que las medidas tomadas no queden en el olvido, la necesidad de acercar en MERCOSUR a la población. La conformación del Parlamento del MERCOSUR, busca la legitimación, y a través de ello la agilización de los mecanismos que permiten la integración política y favorecen la cooperación. El parlamento del MERCOSUR, pasa a representar algo más que simplemente un proceso de ingeniería institucional y normativa. Implica realmente otorgar un nuevo sentido y nuevas bases a todo el proceso de integración, mediante una de las instancias fundamentales del MERCOSUR, la consolidación del proceso político.
La región debe desistir de creer en recetas mágicas o milagrosas. Los proyectos regionales tienen sus tiempos y sus momentos. Las medidas desmesuradas de buscar metas sin plantear medios sólidos para conseguirlas solo llevan a resultados volátiles- Entonces, ¿qué deberíamos pedir en este momento al PARLASUR? Primero de todo, que los legisladores puedan llegar a un acuerdo de un reglamento interno que permita una coordinación sin demoras. El PARLASUR es criticado por representar una burocracia más de los procesos de integración, pero si la institución esta bien armada, su funcionamiento será necesario. Por otro lado, hacer una agenda de temas, que cada país prepare su lista de temas y que entre los estados determinen su prioridad. Pero algo en particular debe ser propuesto en este Parlamento, que se trabaje por las ciudadanías, que se abandonen los sensacionalismos, y que los legisladores que deben representarnos en el mismo hasta que los elijamos nosotros mismos, preparen el terreno para que la ciudadanía no sea solo tema de elecciones.
El Parlamento es un gran paso hacia una integración concertada, no dejemos que las expectativas falsas nos hagan pensar que lo que se ha logrado no es suficiente. No solo miremos la meta, estemos atentos a que en este proceso, se está dando lugar a un cambio y como todo cambio tenemos que darle su espacio para que se desarrolle y participar del mismo para que sea lo más profundo y justo. Siempre y cuando nuestros ojos estén ahí, podremos ver que ocurre, si el parlamento pierde el rol que le fue asignado, todo seguirá transcurriendo entre las bambalinas presidenciales. Nuestros presidentes ya tienen en su agenda una gran cantidad de temas, es bueno que se delegue al menos la parte del debate a un espectro más amplio de participantes. Apuntemos a que el Parlamento termine de abrir sus puertas y a que su representatividad nos permita ser parte del mismo.

 
 
 
 
 
     
Inicio
     
 
CHÁVEZ Y EL MERCOSUR
   
 
El 4 de julio se cumplió un año desde que los presidentes de los actuales países miembros del MERCOSUR –Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- firmaron junto al presidente venezolano Hugo Chávez, el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercado Común del Sur. Un año después de la firma de aquel celebrado documento, Venezuela aún no se ha convertido en miembro pleno del bloque y Chávez inclusive amenazó con retirar la solicitud para ingresar al Mercado Común del Sur al tiempo que afirmó un eventual reingreso de su país a la CAN.
¿A que responden estas idas y venidas? La invitación que en su momento hizo el presidente Kirchner a su par venezolano para que Venezuela se incorporara como miembro pleno al bloque, se dio en un contexto marcado por la entonces reciente salida de Venezuela del bloque andino, ante el rechazo de Chávez a los acuerdos de libres comercio concretados por Perú y Colombia con los Estados Unidos. Este distanciamiento, tal como el acercamiento al MERCOSUR, deben ser entendidos en función del interés del presidente venezolano de alterar la lógica que determina y orienta a estos dos procesos integracionistas; es decir, cambiar los principios mismos que rigen al MERCOSUR y a la CAN. De acuerdo a sus afirmaciones se deberían crear nuevos mecanismos para ambos bloques, fuera del marco del neoliberalismo, que no representa la integración de los pueblos. Estas prioridades son las que explican que durante el período en el que se llevaba a cabo el proceso de incorporación de Venezuela al MERCOSUR, el presidente venezolano continuó alentando y llevando a cabo políticas destinadas a fortalecer un proceso de integración alternativo –el ALBA- que se fundamenta en principios totalmente diferentes e incluso incompatibles a los del MERCOSUR y la CAN.
Así hoy vemos que Venezuela es un “socio político” del MERCOSUR, no obstante, su incorporación como miembro pleno del bloque pareciera haberse estancado. Si bien la Argentina y Uruguay ya han aprobado su incorporación, aún está pendiente el consentimiento de Paraguay y Brasil, para que tal incorporación sea efectiva. Asimismo, otras cuestiones de mayor envergadura obstaculizan el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, cuestiones que derivan de la falta de voluntad de cambio que el presidente venezolano percibe en el ámbito del bloque del Cono Sur.
En este sentido, la ausencia del presidente venezolano en la cumbre presidencial de Asunción puede interpretarse como una manifestación de descontento en lo que hace al modo de funcionamiento del MERCOSUR. Si bien el vicepresidente venezolano explicó tal ausencia en función de problemas de agenda y no de prioridades, declaraciones posteriores de Chávez ponen de relieve el desinterés de las autoridades venezolanas en sumarse a un bloque que consideran mantiene un modelo económico capitalista. Por tal razón Chávez expresó que su país ingresaría plenamente al Mercado Común del Sur pero con la base de un nuevo modelo de integración, si esta condición no se diera, de no haber voluntad de cambio, Venezuela retirará la solicitud de ingreso y se dedicará de lleno a la concreción del ALBA.
A modo de conclusión podemos decir que el problema de la eventual incorporación de Venezuela al MERCOSUR no radica exclusivamente en la aprobación pendiente por parte de los Congresos de Paraguay y Brasil sino en obstáculos más difíciles de sortear: la incompatibilidad existente entre dos formas muy distintas de percibir los procesos integracionistas en la región.

 
 
 
 
 
     
Inicio
AGENDA
   
 
11 y 12 de JULIO: SEMINARIO “MEDIO AMBIENTE Y POBREZA” ORGANIZADO POR FOCO
   
 
FOCO coorganiza, junto con la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional General Sarmiento, Universidad Nacional de Luján, Universidad Nacional de San Martín, Universidad Nacional Tres de Febrero, Universidad Nacional de Morón y las Dióscesis de Merlo-Moreno y San Isidro, CEDHA, la Fundación ProTigre y la Fundación Metropolitana, el Seminario "Medio Ambiente y Pobreza" para analizar la problemática ambiental de la población asentada en la ribera del Río Reconquista.
Biblioteca Nacional, Agüero 2502, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 9.30 hs.

   
     
Inicio
  FOCO - Castillo 460 (CP.: 1414) Buenos Aires, Argentina | e-mail foco@inpade.org.ar | Tel./ Fax: (0054 - 11) 4772.8922