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Editorial |
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Presentamos el primer numero del boletin
del Programa de Vigilancia Social de los Procesos de Integración
y de las Negociaciones Comerciales Internacionales que desarrollamos en
FOCO. El boletín, que será de publicación mensual,
es uno de los medios de los que se vale el Programa y que se complementa
con otras actividades –tales como la realización de seminarios,
talleres, realización de informes y mantenimiento de una página
web- para alcanzar el objetivo que se desprende del mismo nombre del programa.
Esto es, incrementar y fortalecer la vigilancia social de los procesos
de integración regionales y de las negociaciones comerciales que
se llevan a cabo entre países de la región así como
también entre bloques económicos.
Evidente es que el fenómeno de la globalización se ha impuesto
en este mundo, determinando tendencias, condicionando relaciones entre
los estados y alentando y fortaleciendo el protagonismo de nuevos actores
que han cobrado un poder desmedido en el ámbito internacional pero
también en el ámbito interno. Asimismo, otro fenómeno
convive con el anteriormente mencionado y es la conformación de
bloques económicos regionales a través de procesos integracionistas.
Este punto de vinculación entre ambos fenómenos es el que
merece una especial atención. Siendo la globalización el
motor de creación de nuevas reglas de juego, de la aparición
de nuevos actores transnacionales que pasan a dominar la escena también
es el fenómeno que genera una alteración en el modo de relacionamiento
entre los estados y de sus funciones tradicionales. De esta redefinición
del rol del Estado, necesariamente derivan cambios en la forma de vinculación
entre el gobierno y la sociedad, a la luz del protagonismo que nuevos
actores cobran en el ámbito doméstico.
Asimismo –y este es el nexo entre ambos fenómenos- los estados
han visto en la conformación de bloques regionales la oportunidad
de lograr una mejor inserción en este nuevo ámbito mundial.
Es así como los procesos de integración han comenzado a
florecer por todos los rincones del mundo como un instrumento para hacer
frente a esta globalización. Pero, teniendo en cuenta la existencia
de las nuevas reglas de juego así como también el poder
de nuevos actores, los procesos de integración se presentan como
un arma de doble filo. Es decir, dependiendo de la forma en que se oriente
a los mismos pueden dar lugar a un mejor posicionamiento de los países
participantes en el mundo -alentando el desarrollo interno- o por el contrario
pueden convertirse en un instrumento que acentúe desigualdades,
profundice dependencias y perpetúe la condición de nuestros
países: países “en desarrollo”.
Por lo tanto, creemos que la clave de la cuestión se centra en
quienes son los que diseñan y orientan los procesos integracionistas.
Pareciera ser que los Estados –o gobiernos de turno- son quienes
deben definir los ritmos y perfiles de estos procesos, pero el punto crítico
de esta afirmación es que ante la existencia de esta nueva realidad
de la que venimos hablando –con nuevos actores y redefinición
de las funciones del Estado- no es claro que los Estados actúen
en función del bienestar de sus sociedades sino que a juzgar por
la experiencia reciente, muchas veces sus cursos de acción responden
más a los intereses de quienes tienen más medios para ejercer
presión.
¿Es ésta una conclusión pesimista? Creemos que no
lo es; muy por el contrario pensamos que debería alentarnos a todos,
a la sociedad en general, a asumir el papel protagónico que de
esta realidad deriva. Si es la ciudadanía en definitiva quien goza
de los eventuales beneficios o soporta los enormes costos y cargas derivadas
de los procesos de integración ¿cómo no involucrarse?
Cierto es que muchos espacios ya han sido usurpados por quienes han logrado
presionar en función de sus intereses que no responden a los intereses
de la sociedad civil. Pero esto puede ser revertido si comienza a ejercerse
presión desde abajo. Medios tenemos, solo hay que saber utilizarlos
de una forma coordinada, inclusiva y democrática.
En este sentido el objetivo del Boletín es informar acerca de lo
que sucede en el ámbito mundial así como también
en América Latina y específicamente en el ámbito
del MERCOSUR. El fin que perseguimos informando, es lograr un mayor involucramiento
porque creemos que la participación de la sociedad es el único
medio por el cual los gobiernos de turno pueden dirigir los procesos integracionistas
así como también negociar acuerdos comerciales, en función
de intereses colectivos y no sectoriales. |
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LA MARCHA DE LAS NEGOCIACIONES:
NUEVO FRACASO DEL DOHA |
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En el año 2001 se dio inicio a la Ronda de
Negociación conocida como Ronda de Doha (Qatar), en el marco de
la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esta organización,
de carácter universal, tiene por fin establecer las reglas que
vienen a regir el juego en el tablero internacional en lo que respecta
a comercio de bienes, servicios e inversiones y propiedad intelectual.
Las rondas son el medio en el cual se llevan a cabo las negociaciones
de los diferentes aspectos e issues que se establecieron como prioritarios
en la declaración que da inicio a las mismas, con el objetivo general
de ir eliminando las trabas que se oponen al libre comercio. Entre ellas
podemos contar: los aranceles, las cuotas tarifarias y no tarifarias,
los subsidios por parte de los Estados.
Recordemos que los protagonistas, es decir, los actores principales en
las negociaciones, son los Estados, mejor dicho el gobierno representante
del Estado. Aquí surge el primero de los interrogantes: ¿Es
posible aceptar la premisa de que los representantes del gobierno expresen
directamente los intereses de los ciudadanos? Se piensa entonces en una
apertura del diálogo hacia los ciudadanos, quienes realmente son
los protagonistas del desarrollo o falta de desarrollo y carencias de
un Estado.
El objetivo de este artículo es relevar el estado de las negociaciones
en la Ronda de Doha, cuyo fin primordial, según figura en la Declaración
de Doha de 2001, es “corregir y prevenir las restricciones y distorsiones
en los mercados agropecuarios mundiales”. Más precisamente,
se apostó al desarrollo de los países más desfavorecidos
en la distribución de la riqueza a nivel global, los conocidos
países en desarrollo. Estas negociaciones se basaron en el artículo
20 de la OMC que versa sobre las reducciones sustanciales y progresivas
de la ayuda y la protección para que se traduzcan en una reforma
fundamental, para redistribuir los flujos de comercio de manera que la
asimetría Norte-Sur no continúe expandiéndose.
Tras seis años de tratativas, el director general de la OMC, Pascal
Lamy sostiene que las mismas deberían verse concluidas a fines
de este año. Sin embargo, la voluntad de las grandes potencias
ha sido contraria a la voluntad emanada del documento de 2001 y de los
países pequeños y en desarrollo. En el seno de estas negociaciones,
y a partir del estancamiento de las mismas, surgió el G4, grupo
conformando por Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil e India.
Los dos primeros representan los intereses de los países desarrollados,
mientras que los dos últimos actúan en nombre de los países
en desarrollo.
Lo puntual es que la reunión del G4 llevada a cabo en Potsdam,
Alemania, a mediados de junio, ideada para destrabar las negociaciones
de Doha, resultó infructífera en tanto Estados Unidos y
Europa no cedieron en conceder reducciones a la ayuda y subsidios a productos
agrícolas, ni tampoco en acceso a sus mercados. En tanto Brasil
e India concluyeron que no se hará ningún tipo de concesiones
a nivel de productos industriales en los mercados de los países
en vías de desarrollo. El Ministerio de Agricultura de Brasil,
luego de estas reuniones, sostuvo: “La desproporción entre
las ofertas en agricultura hechas por los países desarrollados
y las concesiones que ellos demandan de los países en desarrollo
en bienes industriales hicieron imposibles continuar con las conversaciones”.
Por su parte, el Ministro de Comercio de India, Kamal Nath, expresó
la imposibilidad de cumplir con la agenda de la Ronda de Doha para el
Desarrollo en la medida en que Estados Unidos y la Unión Europea
esperen algún pago de los países en desarrollo como retribución
a la modificación de sus políticas agrícolas. Se
hace indirectamente referencia al principio de “reciprocidad menos
que plena” que figura e la Declaración de Hong Kong de la
OMC de 2005, principio por el que aboga el NAMA11 -grupo conformado por
países en vías de desarrollos interesados en lograr recortes
equilibrados en los aranceles de productos industriales que se consideran
sensibles para las economías nacionales.
El resultado fue que con inmediata posterioridad al fracaso de la reunión
en Postdam se procedió a la suspensión de las reuniones
programadas en la OMC, en las cuales participarían todos los Miembros,
con la meta de poder seguir trabajando en borradores que le permitan a
la organización salir del estancamiento en el que se encuentra.
Pascal Lamy, por su parte, apuesta a una salida multilateral de la actual
crisis de intereses.
Por último, cabe reflexionar sobre dos aspectos importantes. En
primer lugar, el poder desarticulador de Estados Unidos en la OMC y lo
importante de la participación de las reuniones con un objetivo
claro que es el de lograr equilibrar la balanza del comercio hacia los
países en desarrollo como generador de riquezas y de desarrollo
para la población de estos países. En segundo lugar, recordar
la importancia de la participación ciudadana ya sea a través
de ONGs y foros que democraticen el proceso de discusión y toma
de decisiones, en tanto es allí en dónde se decide el camino
a adoptar en los años venideros.
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LA RELACIÓN ESTRATÉGICA:
BRASIL - UE |
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Ante los inconvenientes surgidos en los
últimos años a partir de la Ronda de Doha y el fracaso de
las negociaciones plurilaterales en el marco del G-4 de este último
mes de junio , Brasil considera la posibilidad de negociar bilateralmente
con la Unión Europea (UE) en la I Cumbre Brasil- UE.
Esta cumbre realizada en Lisboa el 4 de julio de este año, tuvo
por fin: analizar la situación de la inconclusa Ronda de Doha,
el fracaso de las charlas del G-4 y la posibilidad de continuar con la
negociación para así lograr un acuerdo comercial entre el
MERCOSUR y la UE.
En esta reunión entre el presidente brasileño Lula Da Silva
y los representantes de la UE tuvo además de los objetivos mencionados
anteriormente, el fin de oficializar el salto cualitativo en la relación
bilateral, en tanto que la UE comenzó a considerar al país
sudamericano como un aliado estratégico en la región. Este
tipo de relación solamente ha sido establecida con países
como Estados Unidos, Rusia, Canadá, China, India y Sudáfrica.
De esta manera, esta nueva asociación estratégica responde
a una profundización de la relación entre Bruselas e Itamaratí,
por tanto devendrá en una mayor cooperación en diferentes
áreas como la energía y biocombustibles, medio ambiente,
cooperación técnica, en temas sociales y desarrollo regional.
¿Podrá este beneficio extenderse a los otros pueblos de
América Latina, más precisamente a los miembros del MERCOSUR?
En primer lugar, se debe tener en cuenta que Brasil contaba con profundizar
los lazos bilaterales con la UE -dado el estancamiento de los acuerdos
comerciales para el desarrollo en la Ronda de la OMC. La intención
del gobierno brasilero es escindir este tipo de reunión de las
negociaciones UE- MERCOSUR- en tanto ha sostenido que estas últimas
tienen su espacio propio en un foro distinto de las cumbres entre la UE
y Brasil.
En segundo término, es la percepción de los países
europeos que el MERCOSUR se encuentra en una etapa de transición
y en tanto no se resuelva la situación de Venezuela con respecto
a su adhesión al bloque de América del Sur, la UE no tiene
la voluntad de continuar el proceso de conversaciones que tienen como
meta lograr un tratado de libre comercio.
A lo anterior viene a sumarse el rol de potencia regional de Brasil, en
este momento disputado por Venezuela. Sin embargo, para los países
hegemones del Norte, el primero cumple el rol de potencia regional estabilizadora,
de allí la importancia de progresos de la posible adhesión
de Venezuela al MERCOSUR. Un ejemplo del rol del Brasil de Lula se cristalizó
en la reunión del G-4, en donde este país actúo como
interlocutor, junto con India, de las grandes potencias mundiales.
Finalmente, el análisis precedente señala la necesidad de
un avance en las negociaciones en la OMC ya que éste es un ámbito
multilateral, en el cuál se puede pretender aspirar a consensuarse
reglas menos desiguales que las que implicarían tratados bilaterales
entre la UE o Estados Unidos y países en vías de desarrollo,
perjudicando así a los ciudadanos más desfavorecidos.
Para mayor información sobre este tema, ver artículo
La marcha de las negociaciones de la Ronda de Doha. Grimaldi, Ana Cecilia.
Julio, 2007
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LA AMÉRICA LATINA Y
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES DEL S XXI |
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.¿Es espíritu autocrítico
el de los Latinoamericanos al reconocer que los gobiernos corruptos no
deben ser algo inherente al mismo sistema, que la pobreza no puede seguir
creciendo, que las instituciones gubernamentales deben ser repensadas?
¿O bien es un llamado de atención impostergable? En la América
Latina de hoy podemos ver la lucha de aquellos que se reúnen y
dicen BASTA, de aquellos que gritan hasta quedarse sin voz que las cosas
así no pueden seguir, la angustia de aquellos que ya no quieren
luchar más, que miran con ojos desanimados la realidad, ahogados
en la impotencia pero con un brillo en la mirada por la esperanza de que
un cambio pueda ocurrir. Ahora, ¿Vale la autocrítica si
los que quieren cambios son los más afectados? América Latina,
lleva entre sus récord, uno de los más tristes, la brecha
de desigualdad entre pobres y ricos.
Los Objetivos del Milenio cada vez suenan más a un sueño
mal logrado que a un objetivo de planificación seria en el cual
se está hablando de estómagos que rugen de hambre, entre
exclusiones sociales que rajan la tierra dividiendo a los que están
dentro del sistema y aquellos que por azar de su lugar de nacimiento quedaron
fuera. América Latina debe tener en cuenta que cuando se mira al
niño de hoy como el hombre del mañana, el jóven que
está siendo la parte de esa metamorfosis, está creciendo
excluído de la sociedad. Es alarmante ver como sostiene Kliksberg
, en lugar de políticas orgánicas de juventud, ha predominado
la idea de que la juventud es una especie de estado transitorio y los
esfuerzos efectuados configuran débiles políticas "cenicienta"
con pocos recursos.
No es casual que en muchos de estos países, sus jóvenes
se abran paso al mundo saliendo de su país natal, mientras hogares
se desmiembran siguiendo cada vez más la lógica del mundo
de hoy en el cual el que quiere prosperar tiene que buscar en las tierras
ya cultivadas, donde la competencia es descorazonada, donde las oportunidades
están, pero a generaciones de distancia. Jóvenes con recursos
que se alejan de los países dejando un vacío intelectual,
o jóvenes muy pobres que se van sin saber donde, con la sola lógica
de esperar que lo que venga sea mejor.
Desde lo más básico, que es la educación, solo el
34.5% termina el secundario, de los cuales, un 20 % es pobre por lo que
el acceso a trabajos es más difícil aún. Argentina,
es uno de los países que tras la aplicación de las políticas
neoliberales, generó lo que se denomina desempleo friccional, la
masa de personas que luego de varios intentos de obtener un trabajo digno,
con respuesta negativa, abandona la búsqueda del mismo, y se centra
en sobrevivir con “changas” lo cual no es siempre exitoso.
Por otro lado, la falta de educación, pareciera ser un factor más
de olvido hacia los que no tienen a los derechos básicos muy precisamente
definidos por Amartya Sen -premio Nóbel- quién ha expresado
al desarrollo en términos de generar las oportunidades con las
cuales los individuos puedan elegir.
Los niños que no mueren antes de los cinco años, que llegan
a ser jóvenes, que sobreviven al trabajo infantil, se enfrentan
con exclusión tanto del sistema educativo como del sistema laboral.
La criminalidad juvenil crece. El total de homicidios cada 100.000 habitantes
pasó de 12,5 en 1980, a 25,1 en el 2006. En algunos países,
la principal causa de muerte de jóvenes es la violencia.
Los datos son escalofriantes, y muchos latinoamericanos han elevado su
voz, la última Cumbre de los Pueblos del Sur con el lema “Construyendo
Soberanía”, reunidos los días 28 y 29 de junio de
2007, en Asunción, Paraguay ha dejado una declaración que
enmarca necesidades impostergables. La necesidad de que el Estado haga
frente a estos problemas, que abandone recetas impuestas desde fuera y
obre en función de su pueblo, es una deuda ya muy aplazada que
no puede esperar más. Como explica Oriol Prats, en los Estados
Latinoamericanos las reformas planteadas en la década de los noventa,
lejos de modificar el tamaño del Estado, lo des-institucionalizó.”
Y es la falta de Estado la que hace que hoy día las demandas excedan
la posibilidad de canalizar las mismas, y que de ahí surjan los
problemas en la gobernabilidad.
Las cumbres de los pueblos son una expresión de un canal necesario
que se había perdido, donde las personas buscan insertarse para
llegar a presentar un reclamo a los gobiernos. En el quiebre que se produjo
entre las sociedades y sus gobiernos por la creciente participación
de un mercado que reclama un alejamiento del estado, generó estas
medidas alternativas que permiten alzar una voz a reclamos que nunca tendrían
que haber sido dejados de lado por los Estados. Las ediciones anteriores
de la Cumbre de los Pueblos ocurrieran en Santiago de Chile (1998), Québec
(2001), Mar del Plata (2005), Córdoba (2006) y Cochabamba (2006).
En esta última de Asunción la premisa fue generar una alianza
más amplia entre los diferentes sectores sociales y ahondar las
discusiones sobre el sentido amplio de la soberanía de la región,
y la necesidad de que los estados atiendan los temas de los agronegocios,
la militarización y criminalización de las luchas sociales;
políticas de desarrollo y financiamiento; inclusión social;
y alianza entre movimientos sociales y organizaciones políticas
en los procesos de cambios en América Latina.
Entonces, es en el marco de estos reclamos donde vemos a una ciudadanía
que unida por problemas comunes se dirige a sus gobiernos en un reclamo
unívoco de atención de asuntos de alta importancia para
sus poblaciones. La complementariedad y la cooperación son los
nortes que impulsan a todos los grupos que luchan por la justicia social.
Para que el Estado tome el rol que debió tener siempre, el de proteger
a sus ciudadanos. Debemos oír a estos grupos que levantan sus voces.
Claramente hay problemas en la región que no pueden continuar.
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UN MODELO DE INTEGRACIÓN
ALTERNATIVO: EL ALBA |
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A la par de los procesos de integración más
importantes y las negociaciones multilaterales a nivel mundial de los
que nuestra región participa, actualmente se están generando
propuestas alternativas que no responden a los modelos tradicionales de
integración. Es decir, todo proceso de integración contempla
como primera etapa la creación de una Zona de Libre Comercio, para
lograr la libre circulación de bienes y servicios. Luego se avanza
hacia una profundización de las relaciones mediante la implementación
de políticas macroeconómicas homogéneas, creación
de un arancel externo común, aceptación de una moneda única,
hasta llegar a la creación de instituciones de gobierno comunes
y una constitución. Sin embargo, la Alternativa Bolivariana para
las Américas (ALBA) plantea un modelo de integración que
desde el comienzo pretende ir más allá de la integración
tradicional y de la lógica de la liberación de barreras
comerciales entre países.
El ALBA nace como respuesta al Área de Libre Comercio para las
Américas (ALCA) y se plantea en sus inicios como la contrapartida
regional ante los avances de Estados Unidos en materia de negociación
de tratados de libre comercio. Fue presentado por primera vez en diciembre
de 2001 por Hugo Chávez, durante la III Cumbre de Jefes de Estado
y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe. Con todo, sus
líneas estratégicas fueron definidas más adelante
por Chávez y por Fidel Castro, en un acuerdo firmado en diciembre
de 2004. A esta iniciativa, se sumaron Bolivia, en 2006, y Nicaragua,
en enero de 2007. Sus bases filosóficas se encuentran en los pensamientos
de Miranda y de Simón Bolívar de unidad latinoamericana,
ideas que intentan plasmarse en el Primer Congreso de Panamá. En
sus fundamentos, concibe a la integración como la herramienta que
tienen los pueblos para lograr desarrollo endógeno que erradique
la pobreza y la exclusión social, y no como el camino hacia la
liberalización del comercio de bienes en inversiones, lo que responde
a los intereses del capital transnacional. Este modelo alternativo de
integración se basa en principios como la cooperación, la
solidaridad y la complementariedad, los cuales llevarían a los
países menos desarrollados a superar las asimetrías y lograr
el desarrollo económico y la erradicación de la pobreza.
El 28 y 29 de abril pasados concluyó la V Cumbre del ALBA a la
que asistieron los presidentes y representantes de los países miembro
(Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba), además de representantes
de otros países de Latinoamérica y el Caribe que presenciaron
las reuniones en calidad de observadores. Allí se firmaron una
serie de tratados en materia energética con financiación
preferencial, además de acuerdos en las áreas educativa,
cultural, financiera, seguridad alimentaria, salud, telecomunicaciones,
minera e industrial. Venezuela suscribió acuerdos energéticos
bilaterales con Bolivia, Nicaragua y Haití en donde, en todos los
casos, Venezuela conviene suministrar petróleo financiando el 50%
del mismo a 25 años a través de PDVSA, la empresa estatal
venezolana, y el Fondo ALBA. A su vez, el pago de la deuda contraída
podrá realizarse a través de mecanismos de compensación
comercial para con Venezuela. Conjuntamente se avaló la propuesta
para independizarse de los organismos financieros internacionales e instaron
a la creación de organismos de este tipo regionales. En estos acuerdos
también se contempla la constitución de un consejo de presidentes
del ALBA, otro de ministros, y un tercer consejo de movimientos sociales.
A la luz de los avances del proceso de integración ALBA, es evidente
que los acuerdos llevados a cabo hasta el momento han sido principalmente
en materia energética, los cuales se basan en el postulado de la
complementariedad y en la lógica de otorgar a los países
de menos recursos la posibilidad de crecimiento brindándoles acceso
a mayor flujo de dichos recursos. Es interesante reconocer también,
cómo el fracaso de los modelos neoliberales de flexibilización
y eliminación de barreras al comercio aplicado en nuestra región
y la necesidad de buscar modelos alternativos, llevan a que hoy el gobierno
venezolano pueda explotar su discurso y sus recursos naturales afianzando
su presencia regional a través de esta iniciativa la cual se plasma
concretamente en la firma de acuerdos energéticos con países
como Nicaragua, Haití, Cuba y Bolivia.
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PARLASUR ¿QUÉ
IMPORTANCIA TIENE? |
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“El Parlamento tiene seis meses
y aún no existe.”Ésta es la frase con la que se abren
paso los titulares periodísticos posteriores a la segunda sesión
del PARLASUR el último veinticinco de Junio del corriente año.
Se dice “Ni reglamento interno ni tampoco hay proyectos a debatir
porque no hay dónde ni cómo presentarlos.” Cierto
es que dos reuniones ya han transcurrido y los legisladores presentes
aún no han comenzado a hacer correr el engranaje institucional
brevemente inaugurado. Pero pensemos por un momento esta cuestión,
¿es responsabilidad del PARLASUR no tener en pleno funcionamiento
su estructura o es cuestión de que los legisladores no han tenido
una adecuada preparación para afrontar semejante cargo? El MERCOSUR
no responde a las mismas primicias que cada uno de los Estados Parte.
El ámbito del MERCOSUR es uno de lógica intergubernamental
y en este marco las negociaciones entre legisladores no puede ser pensada
como concluida en una sola instancia.
Hay una realidad que nos aqueja y es que el sistema internacional está
cada vez más interconectado y las negociaciones que se llevan a
cabo en el mismo, son cada vez más tendientes a ser favorables
para aquellos Estados que se presentan en bloque ante las mismas. En este
marco, encontramos hoy al MERCOSUR con la necesidad de consolidarse a
fin de presentar un frente sólido y unido. El mismo, ha logrado
ya ser referente frente a distintos bloques económicos y ya negocia
como tal ante la Unión Europea, la Liga de países Árabes,
y la unión Africana de Naciones. Siguiendo esta tendencia, países
de la región sudamericana están buscando integrarse al mismo.
El Parlamento del MERCOSUR observa una gran cantidad de objetivos que
le fueron asignados antes de conformarse. Más allá de que
haya quienes lo critican porque consideran que en la primera reunión
ya deben ser atendidos temas tales como el acuífero Guaraní,
la observancia de la legitimidad del gobierno de Venezuela aunque este
aún no es miembro pleno, y la coordinación de temas altamente
controvertidos entre los Estados Miembros, se deja de lado que una de
la cuestiones que si debe tenerse en cuenta es que hay un objetivo importante
a observar si se busca que las medidas tomadas no queden en el olvido,
la necesidad de acercar en MERCOSUR a la población. La conformación
del Parlamento del MERCOSUR, busca la legitimación, y a través
de ello la agilización de los mecanismos que permiten la integración
política y favorecen la cooperación. El parlamento del MERCOSUR,
pasa a representar algo más que simplemente un proceso de ingeniería
institucional y normativa. Implica realmente otorgar un nuevo sentido
y nuevas bases a todo el proceso de integración, mediante una de
las instancias fundamentales del MERCOSUR, la consolidación del
proceso político.
La región debe desistir de creer en recetas mágicas o milagrosas.
Los proyectos regionales tienen sus tiempos y sus momentos. Las medidas
desmesuradas de buscar metas sin plantear medios sólidos para conseguirlas
solo llevan a resultados volátiles- Entonces, ¿qué
deberíamos pedir en este momento al PARLASUR? Primero de todo,
que los legisladores puedan llegar a un acuerdo de un reglamento interno
que permita una coordinación sin demoras. El PARLASUR es criticado
por representar una burocracia más de los procesos de integración,
pero si la institución esta bien armada, su funcionamiento será
necesario. Por otro lado, hacer una agenda de temas, que cada país
prepare su lista de temas y que entre los estados determinen su prioridad.
Pero algo en particular debe ser propuesto en este Parlamento, que se
trabaje por las ciudadanías, que se abandonen los sensacionalismos,
y que los legisladores que deben representarnos en el mismo hasta que
los elijamos nosotros mismos, preparen el terreno para que la ciudadanía
no sea solo tema de elecciones.
El Parlamento es un gran paso hacia una integración concertada,
no dejemos que las expectativas falsas nos hagan pensar que lo que se
ha logrado no es suficiente. No solo miremos la meta, estemos atentos
a que en este proceso, se está dando lugar a un cambio y como todo
cambio tenemos que darle su espacio para que se desarrolle y participar
del mismo para que sea lo más profundo y justo. Siempre y cuando
nuestros ojos estén ahí, podremos ver que ocurre, si el
parlamento pierde el rol que le fue asignado, todo seguirá transcurriendo
entre las bambalinas presidenciales. Nuestros presidentes ya tienen en
su agenda una gran cantidad de temas, es bueno que se delegue al menos
la parte del debate a un espectro más amplio de participantes.
Apuntemos a que el Parlamento termine de abrir sus puertas y a que su
representatividad nos permita ser parte del mismo.
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CHÁVEZ Y EL MERCOSUR |
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El 4 de julio se cumplió un año
desde que los presidentes de los actuales países miembros del MERCOSUR
–Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay- firmaron junto al presidente
venezolano Hugo Chávez, el Protocolo de Adhesión de Venezuela
al Mercado Común del Sur. Un año después de la firma
de aquel celebrado documento, Venezuela aún no se ha convertido
en miembro pleno del bloque y Chávez inclusive amenazó con
retirar la solicitud para ingresar al Mercado Común del Sur al
tiempo que afirmó un eventual reingreso de su país a la
CAN.
¿A que responden estas idas y venidas? La invitación que
en su momento hizo el presidente Kirchner a su par venezolano para que
Venezuela se incorporara como miembro pleno al bloque, se dio en un contexto
marcado por la entonces reciente salida de Venezuela del bloque andino,
ante el rechazo de Chávez a los acuerdos de libres comercio concretados
por Perú y Colombia con los Estados Unidos. Este distanciamiento,
tal como el acercamiento al MERCOSUR, deben ser entendidos en función
del interés del presidente venezolano de alterar la lógica
que determina y orienta a estos dos procesos integracionistas; es decir,
cambiar los principios mismos que rigen al MERCOSUR y a la CAN. De acuerdo
a sus afirmaciones se deberían crear nuevos mecanismos para ambos
bloques, fuera del marco del neoliberalismo, que no representa la integración
de los pueblos. Estas prioridades son las que explican que durante el
período en el que se llevaba a cabo el proceso de incorporación
de Venezuela al MERCOSUR, el presidente venezolano continuó alentando
y llevando a cabo políticas destinadas a fortalecer un proceso
de integración alternativo –el ALBA- que se fundamenta en
principios totalmente diferentes e incluso incompatibles a los del MERCOSUR
y la CAN.
Así hoy vemos que Venezuela es un “socio político”
del MERCOSUR, no obstante, su incorporación como miembro pleno
del bloque pareciera haberse estancado. Si bien la Argentina y Uruguay
ya han aprobado su incorporación, aún está pendiente
el consentimiento de Paraguay y Brasil, para que tal incorporación
sea efectiva. Asimismo, otras cuestiones de mayor envergadura obstaculizan
el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, cuestiones que derivan de la falta
de voluntad de cambio que el presidente venezolano percibe en el ámbito
del bloque del Cono Sur.
En este sentido, la ausencia del presidente venezolano en la cumbre presidencial
de Asunción puede interpretarse como una manifestación de
descontento en lo que hace al modo de funcionamiento del MERCOSUR. Si
bien el vicepresidente venezolano explicó tal ausencia en función
de problemas de agenda y no de prioridades, declaraciones posteriores
de Chávez ponen de relieve el desinterés de las autoridades
venezolanas en sumarse a un bloque que consideran mantiene un modelo económico
capitalista. Por tal razón Chávez expresó que su
país ingresaría plenamente al Mercado Común del Sur
pero con la base de un nuevo modelo de integración, si esta condición
no se diera, de no haber voluntad de cambio, Venezuela retirará
la solicitud de ingreso y se dedicará de lleno a la concreción
del ALBA.
A modo de conclusión podemos decir que el problema de la eventual
incorporación de Venezuela al MERCOSUR no radica exclusivamente
en la aprobación pendiente por parte de los Congresos de Paraguay
y Brasil sino en obstáculos más difíciles de sortear:
la incompatibilidad existente entre dos formas muy distintas de percibir
los procesos integracionistas en la región.
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AGENDA |
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11 y 12 de
JULIO: SEMINARIO “MEDIO AMBIENTE Y POBREZA” ORGANIZADO POR
FOCO |
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FOCO coorganiza, junto con la Universidad de Buenos
Aires, la Universidad Nacional General Sarmiento, Universidad Nacional
de Luján, Universidad Nacional de San Martín, Universidad
Nacional Tres de Febrero, Universidad Nacional de Morón y las Dióscesis
de Merlo-Moreno y San Isidro, CEDHA, la Fundación ProTigre y la
Fundación Metropolitana, el Seminario "Medio Ambiente y Pobreza"
para analizar la problemática ambiental de la población
asentada en la ribera del Río Reconquista.
Biblioteca Nacional, Agüero 2502, Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. 9.30 hs.
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FOCO
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